El Ruido De Una Vida es un blog donde el rock es el eje vertebrador como para la mayoría de nosotros. Por ello intentaré repasar esos álbums y bandas que tanto me han marcado sin olvidar los nuevos grupos que me vaya encontrando on the road. Espero que nos retroalimentemos y vivamos Rock 'n Roll!!!
Vuelta a Haight-Ashbury, al sol y al colorido psicodélico con una de las bandas con más principios de la escena a la par que poco valorada. Hablo de Quicksilver Messenger Service y sus largas jams reflejo del mejor rock psicodélico de la bahía que con su mezcla de virtuosismo instrumental y su gusto por la melodía se convertirían en una de las bandas más aclamadas de la escena del San Francisco convertido en la capital de la cultura de los '60. Y aunque alejados de la fama comercial de Jefferson Airplane o The Grateful Dead, Quicksilver Messenger Service cimentó su éxito en el directo.
Lo cierto es que lo tenían todo, empezando por el nombre de la banda que
habían sacado de un curiosa coincidencia entre sus fechas de nacimiento
y los símbolos del zodíaco a lo que darían un cierto toque de coctelera imaginativa de LSD surgiendo Quicksilver Messenger Service.
I'll stay a while, but I won't stay long
Los primeros coletazos de la Quicksilver se remontan a mediados de los sesenta con John Cipollina, David Freiberg y Dino Valenti, quien se vería obligado a abandonar la banda después de ser condenado por posesión de drogas. Pero no sería hasta 1967 con la incorporación de Gary Duncan y Greg Elmore cuando acabarían de perfeccionar su propuesta lisérgica con bases en el folk, el blues e incluso retazos jazz que alcanzaban su clímax en el directo convirtiéndose en una de las bandas más valoradas del Frisco.
Pocas bandas se mostraron más esquivas a caer en las redes de las discográficas que QMS dejando relegado a un segundo plano el estudio y tirando del caché adquirido para actuar en el Monterey Pop Festival. Aunque finalmente a finales del '67 terminarían sucumbiendo a los encantos de CapitolRecords pero eso sí, con unas condiciones bastante mejores que las de sus coetáneos al ser una de las últimas bandas grandes en firmar un contrato discográfico. Su primer contacto en estudio sería para grabar un par de canciones para la BSO de la película de 1968 Revolution junto a Steve Miller Band, que también acababan de firmar con Capitol, y Mother Earth.
Con Nick Gravenites, de los bluseros The Electric Flag, y Harvey Brooks a los mandos la banda pariría el nada desdeñable disco debut como carta de presentación. Quicksilver Messenger Service destaca por su virtuosa pareja de guitarristas que formaban Cipollina y Duncan donde residía en gran medida la grandeza de la banda.
A pesar de que el debut de la Quicksilver Messenger Service siempre ha sido relegado a un segundo plano por la extenuación de Happy Trails, yo me postulo como defensor a ultranza de los poco más de 30 minutos de su primer LP. Y es que entre los 6 cortes del primer lanzamiento de la banda psicodélica nos encontramos con grandes composiciones. La primera, el cover folk de Hamilton Camp'Pride Of Man', canción que abría la lata y que sirvió de single del elepé. Llevada al terreno psicodélico que las guitarras le imprimen y con un buen tratamiento vocal es uno de los cortes más destacables. 'Light Your Windows' es un pausado acid jazz de temática pomposa. Momento tributo con la composición que firma el instigador de la banda Dino Valenti, titulada 'Dino's Song' y ya interpretada en vivo en el Monterey. Y para cerrar la primera parte del álbum: 'Gold And Silver' en la que asistimos al brillante intercambio de ritmos de Cipollina y Duncan en una auténtica catarsis instrumental.
La cara B comienza con una de mis preferidas, 'It's Been Too Long' repleta de virtuosismo y melodía por los cuatro costados. El tema es obra de Ron Polte, mánager de la banda por aquellos días. Los más de 12 minutos de extenuación de 'The Fool' ponen el broche al debut de Quicksilver Messenger Service con sus largas improvisaciones guitarreras y dando buena muestra de lo que depararían sus puestas en escena. Para el que guste de canciones directas si puede resultar un tanto pretenciosa, pero en resumidas cuentas significa el colofón a un muy subestimado LP de estudio de una banda cuya orientación al directo les resultó, en cierto modo, contraproducente.
Si bien el disco no tuvo una mala acogida, la banda sentía que su lugar estaba sobre un escenario y de este modo para su segundo LP eligieron el directo registrado en ese memorable Happy Trails grabado en el Fillmore West de San Francisco y el Fillmore East de New York, un directo que describe como pocos la escena psicodélica de mediados de los '60 del Frisco.
Hoy es uno de los dias más tristes en el que me toca escribir una entrada. A primera hora de la mañana de camino al trabajo, me enteraba por la radio de la muerte de B.B. King mientras aprovechaban para rememorar alguno de sus clásicos. Los que amamos la música y más el blues, lloramos la pérdida del gran bluesman, el rey del blues, Riley Ben King y desde aquí me sumo al pesar. Y para recordarlo nada como rescatar una de sus canciones más emblemáticas y con la que bautizaba a todas sus guitarras: Lucille, una guitarra que seguirá sonando, brillando e influenciando a las futuras generaciones a lo largo de los años. R.I.P.
Cada vez que echo la vista atrás y pienso en el ruido de mi vida, una banda me viene a la cabeza: The Velvet Underground. Con certeza la música de Reed & Cia. me hizo ver otra realidad con su ruptura vanguardista repleta de
distorsión y ruidos variopintos y estrambóticos y lo inusual de sus
letras sobre el sado, el travestismo o la adicciones y que les distanciaban tanto de
la psicodelia hippie reinante en esos años. Todavía tengo fresca una nota que leí hace mucho tiempo y que se me grabó a fuego y la cual decía que The Velvet Underground eran el presente, el futuro e incluso el pasado. Fuese cierto o no, lo obvio es que la influencia de la banda ha sido, y todavía es, incuestionable, y como son una de mis hipnóticas debilidades llegan para quedarse con sus oscuras atmósferas y su lacónico pesimismo.
Listen slowly and let go
Pongámonos en contexto, The Velvet Underground, la esencia de la vanguardia, tiene sus inicios en la ciudad de New York cuando en 1964 Lou Reed y John Cale tocaban en una banda llamada The Primitives. Ya con Sterling Morrison formarían primero The Warlocks para posteriormente convertirse en The Falling Spikes grabando las primeras demos de temas como 'Venus In Furs' o 'Heroin'. Poco tiempo después la banda adquiriría el nombre de The Velvet Underground del libro sobre sadomasoquismo del mismo nombre de Michael Leigh que Jim Tucker, hermano de Maureen Tucker (quien entraría en la banda a finales del '65 con su excéntrica forma de tocar de pie y con los mazos), había encontrado en la calle.
Ya con la formación original, se cruzarían con Andy Warhol eligiéndolos como banda para amenizar los eventos de The Factory y convirtiéndose en su mánager. Así, una de sus primeras decisiones sería la incorporación de la modelo alemana Nico para cantar en la banda y dotar de mayor colorido su oscura propuesta. Reed y Cale aceptaron recelosos conscientes de la repercusión que tendría la promoción de un disco bajo la marca Warhol.
Para dichos eventos Warhol, con la inestimable ayuda de Paul Morrisey, idearía el espectáculo multimedia Exploding Plastic Inevitable, con proyecciones, luces y bailarinas en el queVU eran el plato estrella. De esos días data la película The Velvet Underground & Nico: A Symphony Of Sound filmada por Warhol mientras la banda estaba ensayando para uno de esos shows.
El álbum The Velvet Underground & Nico fue grabado en pocos días durante el tour del Exploding Plastic Inevitable si bien tardaría casi un año en ser editado por distintos desacuerdos, principalmente con las discográficas, por sus controvertidas letras que lo hicieron un LP prohibido del que huían sellos, radios e incluso revistas. Finalmente Warhol conseguiría firmar con un subsello de MGM, Verve Records después de haber sido rechazados por Columbia, Atlantic o Elektra Records.
Publicado en marzo de 1967 el disco ha trascendido por más factores que por su música, especialmente por su célebre y controvertida portada donde las primeras copias invitaban a "peel slowly and see" esa banana diseñada por el también autoproclamado productor Warhol, de ahí que sea conocido como The Banana Album. No menos polémica resultaría la carátula trasera con esa foto de la Exploding Plastic Inevitable donde se proyectaba la imagen del actor Eric Emerson, quien denunciaría el uso no autorizado de su imagen provocando la retirada de las primeras copias.
Entrando ya en materia, en este subversivo primer LP de los neoyorkinos cabe destacar la figura de John Cale y su gusto por esos ruidos con los que dotaba de ese carácter tan
experimental a una banda cuyo sonido crudo e innovador y su espíritu anárquico era capaz de herirnos con su fiereza garagera para luego deleitarnos con otras partes más melódicas y suaves. Al otro lado de la distorsión emergía un excéntrico Lou Reed y sus submundos plasmados en unas
letras sobre el sado, el travestismo, la prostitución o el abuso de
drogas que levantarían ampollas a más de uno.
The Velvet Underground & Nico va más allá de lo radical y provocativo de su propuesta y resulta un disco tan entretenido como variado. Todo comienza con los aires poperos de esa maravilla titulada 'Sunday Morning' y que sería la última en regrabarse.A golpe de campanillas y la suavidad de Reed la canción invita a dejarse llevar después de una buena juergaen medio de una letra reflejo de la ansiedad. Corrosivo y sucio suena 'I'm Waiting For A Man' esperando por el hombre de negro y sombrero de paja para saciarse. Y llegamos a 'Femme Fatale' con la delicada Nico a la voz y el que sería el segundo sencillo del plástico. La hipnótica 'Venus In Furs' de temática sado es una de las más fehacientes al sonido de VU y del álbum en sí. Los cascabeles, la viola lacerante de Cale, Reed y su ostrich guitar, la invariable batería de Moe..."different colors made of tears". A golpes de rock 'n roll turno para 'Run Run Run' con la desesperaciópn de vender el alma por otra dosis. Y para completar la primera parte del elepé 'All Tomorrow's Parties' el que fue el elegido como primer single, con el tono militar de Nico.
La cara B se abre con los más de siete minutos de 'Heroin' sobre los excesos y ese viaje hacia la nada que no se merece valorar más lejos del plano musical. La hecatombe instrumental de guitarras y viola en la que desemboca la canción definen perfectamente el sonido del grupo. Otra de las destacadas es 'There She Goes Again' con su pegadizo estribillo y su que nos acerca al rhythm'nblues antes de dar otro giro con 'I'll Be Your Mirror' la canción de amor del plástico y última a la que pondría voz una melancólica Nico. La funesta 'Black Angel's Death Song' con un repetitivo e incisivo Cale con la viola. Y para cerrar la caótica 'European Son' con Cale haciendo de las suyas y una jam chirriante y distorsionada como antesala de lo que todavía quedaba por venir con 'White Light/White Heart' en la que seguirían radicalizando eléctricamente más sus virtudes y extremando la antagónica rivalidad de Reed y Cale.
Las tensas relaciones de Reed con Warhol y la frustración por el poco éxito cosechado con el álbum terminarían provocando que Reed le despidiese al poco de publicar el álbum lo mismo que a Nico. Y es que pese a su escasa aceptación The
Velvet Underground & Nico se convertiría con el tiempo, en uno de
los discos más influyentes y críticamente aclamados discos de la
historia del rock, enterrando a todos los detractores que lo infravaloraron en los '60 y trascendiendo como un álbum de leyenda.
"Pocos escucharon a The Velvet Underground durante su corta existencia, pero todos lo que lo hicieron formaron una banda"
