miércoles, 28 de octubre de 2015

Psychedelic Rock #8

Bienvenidos al paraíso psicodélico!!!

Desde el Olimpo de Frisco hasta Boston, pasando por la gran city de NY y recorriendo América de costa a costa sin olvidarse de las islas más lisérgicas del rock, UK...

Psychedelic Rock!!!

 


  Como es un estilo con en el que me encanta evadirme y naufragar aquí queda la octava entrega del rock más ácido que se conoce aunque en esta ocasión con bandas US de clara vertiente garage y que no pudieron sobrevivir al éxito de sus primeros sencillos: Psychotic Reaction y Talk Talk aunque actualmente sean consideradas ejemplos seminales del garage rock junto a The Seeds, The Standells o The Chocolate Watchband!!!

 

The Count Five - 1966 - Psychotic Reaction

The Count Five se formó a mediados de la década de los '60 en San José, California con la aparición de un joven irlandés John 'Sean' Byrne quien capitanearía la nueva banda junto a John 'Mouse' Michalsky después de tímidos proyectos como The Squires, de clara inspiración British, para abrirse paso y cierto éxito con su garage rock crudo con rasgos de pop, psicodelia, folk y R&B

"Uh-oh, little girl, psychotic reaction!"

A pesar de la orientación hacia el garage rock tenían en UK a sus máximas influencias en bandas como The Yardbirds, The Beatles, The Rolling Stones o The Who pero en plan ruidoso, con una mezcla de psicodelia y punk a la que imprimieron personalidad con voces estruendosas y llenas de rabia, cambios de ritmo, guitarras fuzz, un órgano Farfisa y esa deliciosa harmónica. Su único éxito vendría con su primera composición 'Psychotic Reaction' cuyo título le susurraría un compañero en clase de psicología a Byrne como sugerencia para una canción, y que despertaría el interés del DJ Brian Lord como para convertirse en su representante. Con Lord conseguirían grabar su exitoso single Psychotic Reaction/They Gonna Get You para el sello Double Shot que alcanzaría el puesto nº5 en las listas de éxitos americana, y su único LP después de ser rechazados por varias compañías discográficas como Capitol o Fantasy. Su rasgo característico en los directos eran sus vestimentas, solían salir a escena ataviados con una capa similar a la que vestía el conde Drácula en sus películas.


Además de su gran clásico 'Psychotic Reaction' incendiario corte que parece estar inspirado en la versión del 'I'm a Man' que The Yardbirds a su vez hicieron de Bo Didley, hay otros temas de merecida escucha que aunque no eclipsan su tema emblema y por el que fueron incluidos en el ilustre Nuggets: Original Artyfacts From The First Psychedelic Era están a buen nivel. Como la locura inicial de 'Double-Decker Bus', la divertida 'They're Gonna Get You', 'Pretty Big Mouth' o la impresionante 'Peace Of Mind'. E incluso se atreven con los habituales covers de la época de grupos como The Who o The Beatles. Con todo, existen un montón de reediciones de las cuales la que yo tengo recoge además de los 11 temas que componen la versión original del álbum de 1966 siete bonus con canciones como 'Contrast', 'Declaration Of Independence', 'Mailman' o 'Teeny Booper, Teeny Booper' que tampoco tienen desperdicio alguno.



Como resultado del poco éxito cosechado finalmente los jóvenes músicos de The Count Five decidirían centrarse en sus estudios universitarios después de lanzar varios sencillos de nula repercusión. En 1987 la banda se reuniría en el One Step Beyond de Santa Clara, California en un único concierto que sería publicado como Psychotic Reaction Live. Pero como el periodista Lester Bangs hizo en 1972 publicando Psychotic Reactions and Carburetor Dung un artículo en el que atribuía unos cuantos elepés más a los garageros vampiros de San José, que solo estaban en su imaginación la banda ha dejado su impronta y recuerdo en aquellos que amamos los sonidos más rudos de los sesenta.

 

The Music Machine - 1966 - (Turn On) The Music Machine

Pues seguimos con garage rock del bueno para detenernos con The Music Machine, coetáneos de The Count Five y que también eran californianos aunque de Los Ángeles. Formados en 1965 y liderados por Sean Bonniwell comenzaron como The Ragamuffins para pasar a denominarse The Music Machine a partir del '66. Solían salir al escenario vestidos de negro y con un solo guante. Su música consiste en un furioso garage psicodélico con momentos casi punk y su primer y único LP como The Music Machine es historia viva del garage rock americano.

La máquina de música que debes tener en tu casa.
Los viscerales, por momentos, registros vocales de Bonniwell, las guitarras fuzzy, el marcado bajo y el habitual órgano Farfisa de la época dominando el terreno instrumental que otorgan a la banda su característica sonoridad. Cuando en 1966 publicaron el single Talk Talk conseguirían alcanzar el puesto 15 del Billboard con su sonido proto punk. (Turn On) The Music Machine (Original Sound, 1966) está compuesto por doce temas casi todos con el sello compositivo de Bonniwell con la excepción de los cuatro covers que por presiones de la compañía debieron incluir y en los que se nota una pérdida total de personalidad y fuera de contexto.



El álbum es una auténtica gozada, un paseo garagero previo a la eclosión de la psicodelia en la que además de su hit 'Talk Talk' encontramos otras joyas como la lisérgica 'People In Me' segundo single de MM, el sucio y trepidante sonido de 'Trouble' y 'Wrong', el garage psicodélico de 'Masculine Intuition' o temas más relajados pero de suma calidad como 'Some Other Drum' o la magnética 'Come On In'. Por otro lado encontramos las versiones exigidas de 'Cherry Cherry' de Neil Diamond que no pega para nada en el contexto del disco. Pero las infinitamente versionadas 'Taxman' de The Beatles y 'Hey Joe' no suenan nada mal como tampoco el cover de '96 Tears' de ? & The Misterians con órgano para dar y regalar.



 
Pero como la mayoría de las bandas de los '60 The Music Machine tuvo una corta existencia. Gracias a la pegada que habían logrado dentro de la escena, Warner Bros. confía en una segunda parte. Pero las aguas se enturbian y los conflictos internos provocan que la banda al completo abandone a Sean Bonniwell a mitad de grabación. Entonces Warner, que quiere ver el disco en las tiendas a toda costa, arregla que la banda pase a llamarse The Bonniwell Music Machine y lanzar el álbum. Pero alejado del garage y ahondando en un pop ecléctico que no caló entre crítica y público. Años más tarde un tercer disco titulado Ignition grabado en 1969 saldría publicado con los buenos de Sundazed Music así como algún recopilatorio y disco de rarezas.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Motörhead - 2015 - Bad Magic

Parece que aunque pasen los años y se sucedan los discos de esa vieja máquina de nombre Motörhead no nos cansamos de escuchar sus discos y alegrarnos cada vez que tenemos noticias de la publicación de nuevos temas. Y ello pese a no variar un ápice esa propuesta con la que consiguieron encandilarnos hace ya demasiados años, y a unas alturas de la historia que parece un quiero y no puedo, sobre todo en lo que a shows en directo se refiere, pero quizá sea por ello que merezcan más si cabe mis respetos en forma de reseña. Porque con el casi septuagenario Lemmy Kilmister a la cabeza y decidido a morir con las botas puestas llegaba el ya lejano 28 de agosto este Bad Magic, dos años después de su anterior Aftershock, en lo que supone su LP número 22 de estudio.

Don't tell me who I am, I don't give a damn
Después de saber de la dura decisión de Lemmy de tener que cambiar el whisky por el vodka por temas de salud uno ya se temía lo peor, pero afortunadamente Bad Magic ha espantado todos los fantasmas. A título personal le recomendaría que se dejase seducir por los influjos espirituosos del Nordés por aquello de ganar saudade... Humor a un lado, entremos ya de lleno en lo musical con este nuevo Bad Magic pero que bebe de los mismos derroteros que antaño y que demuestra que siguen pero que muy vivos. 13 temas que rondan los 3 minutos y en los que suenan tan punk e incendiarios como siempre y en los que Cameron Webb ha sabido exprimir a la banda para sacarles todo el jugo.
Pese a la delicada salud del señor Kilmister éste se desprende de ese bastón del que se acompaña últimamente para conseguir ese sonido sucio y gamberro como lleva haciendo más de 40 años.


Dame watioooooosss... Con la adrenalina por las nubes y al grito inicial de 'Victory Or Die' se abre el álbum a base de intensidad y ese rock guasón de los británicos en el que predican que solo tú decides lo que es correcto que tanto tiempo llevan explotando. Al estilo 'Aces Of Spades' llega el que fuera uno de los primeros adelantos 'Thunder & Lightning' con la banda en estado puro y para muestra el fan video del mismo. Sonido ochentero total en 'Fire Storm Hotel' con solo de bajo incluido. Le sigue la martilleante 'Shoot Out All Of Your Lights' de pegadizo estribillo con otro gran solo, aunque en esta ocasión a cargo de Campbell. Con 'The Devil' nos acercamos a lo que puede entenderse por medio tiempo con la reconocible colaboración de Brian May a las seis cuerdas. Lo siguiente, como indica su título, es simplemente electricidad concentrada en 2:16 con frases lapidarias como "electricity deep in your soul" o "you need a bolt of rock", sin duda de mis preferidas y con un buen video 'Electricity'. Y llegamos al ecuador del disco a ritmo setentero con 'Evil Eye' y ese halo oscuro que otorga el toque gutural del estribillo. El doble pedal de 'Teach Them How To Bleed' y su destacada instrumentación nos dirigen hacia el Lemmy más tierno de 'Till The End' en la que por momentos no sé si es Lemmy o Yosi de Los Suaves quien canta, aunque claro el inglés y el auriense no se llevan. Preciosa y autobiográfica balada para demostrar que Motörhead no solo son decibelios. Vuelta al redil de la distorsión con la implorante 'Tell Me Who To Kill' y su adictiva parte final. Más cortes tipical motörhead aunque algo tenebroso con 'Choking On Your Screams' y su ritmo machacón. Irremediablemente nos acercamos al final de Bad Magic y es que la melódica 'When The Sky Comes Looking For You' indica que esto se está terminando con unos desarrollos de guitarra que pueden evocar por momentos a mis irlandeses favoritos Thin Lizzy. Y sí, era cierto lo del cover de 'Sympathy For The Devil' de The Rolling Stones que en un principio no me creía y que finalmente queda en la anécdota del LP, divertido cierre pero sin excesivo recorrido en el que Phil Campbell se atreve con el piano.


A Motörhead una cosa no se le puede negar: actitud, porque mantener esa actitud e identidad después de tantos años (aunque la voz rota de Lemmy sea patrimonio del heavy rock) es inaudito. Además ver y sentir como estos tíos viven para el rock, ganándose a gente tan dispar en lo que a gusto musical se refiere, no hace sino confirmar lo grande que es Motörhead, así que esperemos que el vodka consiga rejuvenecer su cuerpo porque su espíritu rebosa juventud a raudales.

Motörhead: 

 


Lemmy Kilmister - Bass & Vocals
Phil Campbell - Guitar
Mikkey Dee - Drums


Track listing:

1 - Victory Or Die
2 - Thunder & Lightning
3 - Fire Storm Hotel
4 - Shoot Out All Of Your Lights
5 - The Devil
6 - Electricity
7 - Evil Eye
8 - Teach Them How To Bleed
9 - Till The End
10 - Tell Me Who To Kill
11 - Chooking On Your Screams
12 - When The Sky Comes Looking For You
13 - Sympathy For The Devil




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